Shakira: Todo en Colombia

Por fin tuvimos el gusto de tener a nuestra máxima exponente de la música
rock-pop en el mundo: SHAKIRA.
Gracias a Sony Music, AeroRepública, y la agencia de viajes Rutas, tuvimos
la oportunidad de asistir, quizás, al concierto más importante y
representativo del año 2000.

¡Qué concierto!. Parecía mentira ver cómo una artista de nuestra país estaba
rodeada de todo un montaje y una logística digna de artistas extranjeros de
gran talla.

A decir verdad, el clima capitalino no tenía las más mínimas intenciones de
colaborar con la presentación, que por cierto, tuvo como teloneros a los
barranquilleros Los De Adentro. Una mañana bastante fría, gris, y constantes
lloviznas, adornaban una ciudad llena de obras,  trancones, huecos, y gente
que esperaba con gran expectativa las 7:00 de la noche, hora en la cual se
daría inicio al concierto.

En el estadio Nemesio Camacho "El Campín", las cosas tampoco eran
diferentes: mal tiempo, obras de embellecimiento, gran expectativa, colas de
personas que desde tempranas horas se apostaron sobre las diferentes
entradas a fin de lograr la mejor ubicación, y en los alrededores no faltó
el rebusque, que verlo fue todo un show. Boletas iban y venían, todas a
doble precio, carros haciendo fila con tal de no perderse a Shakira.

Seis y treinta de la tarde, el cielo finalmente se decidió a colaborar con
el espectáculo, despejó un poco y dejó ver algunas estrellas. Todo estaba
dispuesto para la gran noche de Shakira en Colombia.
El primer aplauso fue para la organización del evento: filas en perfecto
orden, la gente emocionada entraba de manera fluida, el personal encargado
dirigió a los asistentes a su respectivo puesto y a las 7:15 el estadio ya
se encontraba lleno, listo para recibir a la agrupación Los de Adentro,
quienes presentaron cinco temas de su primer álbum. Aunque fueron aplaudidos
en todas sus interpretaciones, sólo hasta la última fueron ovacionados y la
gente gritó y los aplaudió como si fuera Shakira la que se estuviera
presentando. ¿Por qué? La razón parece muy clara: cantaron su éxito Una
Canción, quizá la única que verdaderamente los identifica en el público
capitalino. En todo caso, tuvieron una buena presentación.

Sobre el marco de la capota del estadio se asomaba, impecablemente
iluminada, la iglesia del Cerro de Monserrate. Fue como una bendición a la
estrella que pronto haría su aparición en la tarima dispuesta para el
espectáculo.

Eran las 8:45 de la noche, todos esperaban ansiosos y distraidos la salida
de Shakira, hasta que un "rayo de sonido" entró por un oído de cada uno de
los asistentes y salió por el otro; un juego de sonidos y efectos especiales
anunciaron la salida de la máxima atracción de la noche.

La gente se enloqueció, nadie quería perderse el primer momento. En
gramilla, las personas de atrás gritaban "que se sienten, que se sienten" a
aquellos que habían pagado por un lugar especial en silletería numerada. Los
encargados de seguridad y logística hacían su máximo esfuerzo por calmar y
sentar a las personas con un puesto de privilegio. Los encendedores hicieron
su aparición, los collares fosforescentes daban giros sobre las cabezas, los
balones gigantes eran manoteados sin parar, hasta que Shakira apareció en
tarima, con una melena larga, mona y churca, vestida con un pantalón violeta
estampado, un brasier del mismo tono y una blusa velada abierta al pecho,
que dejaba ver todos sus atributos.

Si te Vas, Octavo Día, Inevitable, Moscas En La Casa, Ojos Así, ¿Dónde Están
Los Ladrones?, Ciega Sordomuda, entre otros, fueron apareciendo en escena,
brindando una prueba de sus grandes condiciones como cantante y bailarina.
Shakira puso toda su alma en el escenario, se entregó e invitó, entonando
los acordes del Himno Nacional, a todos los asistentes y al país entero, a
buscar la paz de Colombia, a luchar por las cosas buenas que tenemos y a
rescatar todos los valores que se han perdido.
Una hora y treinta había transcurrido, cuando llegó la hora de decir adiós.
El tradicional "Otra, Otra, Otra" no se hizo esperar y Shakira volvió a la
tarima con la hermosa canción Sombra de Ti, continuando con ¿Dónde Estás
Corazón? y Estoy Aquí. Estamos seguros que Shakira no quería irse y el
público tampoco la quería dejar ir. Faltaba un último ingrediente: su último
y actual éxito en los listados, No Creo.
Las últimas fuerzas de la artista se quedaban en la tarima, los músicos
pusieron a sonar sus instrumentos al máximo, el espectacular juego de luces
y video alcanzó su máxima expresión; casi afónicos, la mayoría de fans
entonaba la letra de la canción, y en medio del alboroto final, una inmensa
explosión salió de la tarima, el cielo sobre el estadio quedó inundado de
millones de papelitos de colores, mientras los últimos acordes despedían a
Shakira de territorio colombiano, dejando un memorable e inolvidable
recuerdo.

----------------------------------------------------------------------

TRES PANTALLAS GIGANTES SE DISPUSIERON PARA LA LOGÍSTICA DEL EVENTO. ERA LA
MEJOR MANERA DE VER A SHAKIRA EN PRIMERÍSIMO PRIMER PLANO, NO SÓLO PARA
QUIENES SE ENCONTRABAN LEJOS DE LA TARIMA, SINO PARA QUIENES ESTABAN CERCA.
AUNQUE NO TODOS ESTUVIERON CONTENTOS CON ESTE SISTEMA, SE TRATA DE UNA
CULTURA MUNDIAL QUE NO PUEDE FALTAR EN UN CONCIERTO DE ALTA CATEGORÍA.

Volver